Viernes, 14.00 h. El festival abre sus puertas. El organizador mira nervioso su teléfono móvil: el primer informe de ventas en directo de sus nuevas barras de cócteles automatizadas. Tres horas después, ni él mismo se lo cree: un 312% más de ventas de cócteles que el año pasado.

Una decisión que lo cambió todo.

El desesperado punto de partida

Doce meses antes, la situación parecía sombría. El festival se enfrentaba a los mismos problemas que cientos de otros eventos: escasez de personal, colas interminables, invitados frustrados y escasos márgenes de beneficio en las bebidas.

El bar de cócteles fue un fiasco. Cuatro camareros para 12.000 visitantes. Esperas de 25 minutos. Muchos invitados desistieron y bebieron cerveza, o se fueron a la competencia.

El aleccionador resultado en 2024:

  • Facturación del cóctel: 18.000 euros (todo el fin de semana)
  • Gastos de personal de camarero: 4.800 euros
  • Cócteles de beneficios netos: 6.200 euros
  • Quejas de los huéspedes: 127

La decisión radical

"O hacemos cócteles como es debido o no los hacemos", pensó el jefe del festival en invierno. Su solución: automatizar por completo la elaboración de cócteles.

En lugar de cuatro camareros estresados, optó por seis estaciones de cócteles totalmente automatizadas. Inversión: 18.000 euros. Riesgo: Alto. Alternativa: Ninguna.

El equipo se mostró muy escéptico. "¿Máquinas expendedoras en un festival? Eso nunca funcionará". Pero el jefe siguió obstinado.

La prueba es convincente

La primera prueba dos semanas antes del festival. Una máquina, cien invitados, seis cócteles diferentes. El resultado abrumó a todos:

Reacciones entusiastas:

  • "¡El mejor mojito de mi vida!"
  • "¡Por fin sin tiempo de espera!"
  • "¡Como en un bar de lujo!"
  • "¡Tienes que quedarte con esto!"

La calidad superó todas las expectativas. Cada cóctel estaba perfectamente medido, a la temperatura perfecta y con una presentación inmaculada.

El gran día

Viernes, 5 de la tarde. Comienza la primera hora punta. Mientras otros bares del festival se colapsan, las máquinas de cócteles funcionan a toda máquina.

Las estadísticas en directo son impresionantes:

  • 17:00 - 18:00: 340 cócteles perfectos servidos
  • 18:00 - 19:00: 428 bebidas sin pérdida de calidad
  • 19:00 - 20:00: 502 clientes satisfechos
  • Tiempo de espera: Máximo 30 segundos

Los invitados postearon con entusiasmo en las redes sociales. #PerfekteCocktails fue tendencia en la región.

Las cifras hablan por sí solas

Sábado por la tarde: balance final:

Año anterior (con camareros):

  • Cócteles vendidos: 720 unidades
  • Precio medio: 9 euros
  • Facturación: 6.480 euros
  • Gastos de personal: 1.600 euros
  • Beneficio: 2.880 euros

Este año (con automatización):

  • Cócteles vendidos: 2.247 unidades
  • Precio medio: 11 euros
  • Facturación: 24.717 euros
  • Costes de personal: 480 euros (sólo servicio)
  • Beneficio: 18.237 euros

Aumento: 312% de la noche a la mañana

La revolución de los invitados

Aún más importante que las cifras: La satisfacción de los clientes se disparó. En lugar de quejas, hubo una lluvia de elogios:

  • Reseñas en línea: De 3,8 a 4,6 estrellas
  • Recomendaciones: Más 240
  • Intención de volver: 89% (antes: 62%)

Un visitante comentó: "Por fin un festival que piensa por sí mismo. Cócteles perfectos en segundos: ¡ese es el futuro!".

El efecto dominó

El éxito no pasó desapercibido. Ya el domingo llegaron consultas de otros cinco organizadores de festivales. Todos querían la "receta secreta" del boom de los cócteles.

Otros efectos positivos:

  • Mayor duración de la estancia de los huéspedes
  • Más interés de los patrocinadores
  • Mayor posicionamiento de la marca
  • Planificar la seguridad para los próximos años

La lección para todos

El jefe de un festival se lanzó a la piscina y acabó en el bote del premio. A veces hay que poner todos los huevos en la misma cesta. En nuestro caso, era la correcta".

De 6.200 euros a 18.237 euros de beneficio. De la noche a la mañana. Con una sola decisión estratégica.

La pregunta es: ¿cuándo dará el paso?